La mejora de la tecnología actual también tiene un gran impacto en la atención sanitaria. La tecnología actual permite a los profesionales de la salud diagnosticar fácilmente enfermedades y diferenciarlas de enfermedades relacionadas. En campos como el mapeo cerebral y la genética, la tecnología computarizada ayuda a analizar grandes volúmenes de datos.
Tecnologías como los materiales biológicos impresos en 3D ayudan a reemplazar los tejidos dañados. Las células madre embrionarias ya se han impreso con éxito en un laboratorio y podrían usarse algún día para crear tejido que podría ayudar a probar medicamentos y ayudar en el crecimiento de nuevos órganos.